domingo, 11 de mayo de 2008

Travesuras de la Niña Mala

¿Cuál es el verdadero rostro del amor? Ricardo ve cumplido, a una edad muy temprana, el sueño que en su Lima natal alimentó desde que tenía uso de razón: vivir en París. Pero el rencuentro con un amor de adolescencia lo cambiará todo. La joven, inconformista, aventurera, pragmática e inquieta, lo arrastrará fuera.


YO AMO A VARGAS LLOSA

Esa es mi humilde opinión al terminar de leer, por segunda vez, este ingenioso libro. Trata de un amor agridulce lleno de desamores; como la de un amor vacío e imposible. Una sucesión de momentos sumamente románticos; con grades sobresaltos entre el cariño accedido y la costumbre y alejamiento que uno puede sentir al saber jugar con el amor. ¿Y el protagonista? como todos se esperan, todo un niño bueno que consentía todo tipo de maltrato psicológico a su corazón.

Para nada una historia plana o lineal, al contrario, con la gran pluma que posee, deja sorprendido a sus lectores (como es de costumbre). Muy tradicional, lleno de sentimentalismo cursi, pero entretenido, un gran acercamiento a la comicidad casual. Transcurres por Lima , París, Tokio y hasta Madrid, rozando en su trama, momento históricos como la oligarquía peruana, la explosión cultural de París, la plenitud de la revolución cubana, el brote del movimiento hippie, etc.

¡Para mí, todo un intelectualísimo! ¡Vargas Llosa!. Sabe lo que quiere decir y sabe como lo debe decir, de tal forma que entiendes, te entretienes, lo analizas, ríes al sentirte cómplice de sus travesuras y sonríes de forma sabrosa al deleitarte con una de sus ocurrencias.

Tómate una dosis de una obra vargasllosiana muy distinta a su estilo periodístico. ¿Ya sabes distinguir la ilusión del amor verdadero? Te invito a leerla.

Video - Una valiosa opinión (España)

2 comentarios:

Abeleyn Koc-Lem dijo...

Sólo leí "los cachorros", o era los jefes, pero no leí más de Vargas Llosa. Por los comentarios en clase de Valdizan creo que debería leer esa novela aunque, creo que es lo más lógico, odiaría más a las niñas mal...

Soy lo que soy, para bien o para mal. dijo...

Con seguridad te digo, aprendí a distinguir la ilusión del amor verdadero (pero es algo que se aprende con el tiempo). Un niño malo entró en mi vida y como una niña mala me comporto... ¡¡¡Que niños malos somos!!!