Un acercamiento a las razones del por qué los libros de trama
misterio-religiosa cautivan tanto a los lectores de ahora.
La imagen de la fachada de la iglesia del barrio me trajo consigo unas fuertes ganas de leer algo “prohibido”, comercial, superficial pero calumniante. Al término de la lectura del best seller de 2005, “La Herejía”, del francés Romain Sardou, me sofoqué al sentir un apetito voraz por otro libro del mismo corte seductivo.
La primera razón de esta pronta adicción contagiosa, que día a día esta consumiendo los ojos de muchos lectores, se remonta a muchos años atrás; este tipo de novelas ha tenido una metamorfosis muy notoria. Comenzamos con una literatura de “terror” o thrillers de miedo como Frankenstein o el vampiro Drácula.
Poco a poco hemos variado de receta, pero siempre con el ingrediente burbujeante. Inevitablemente el misterio extasía la mente de cualquier ser humano. Este sabor a lo desconocido cazó y caza continuamente. Fue así como se iniciaron las tramas de los alienígenas y guerras galácticas. Posteriormente, vendría la fiebre de lo paranormal, la vida después de la muerte y un sin fin de curiosidades fantasmales.
La novela popular ha ido creciendo y madurando con el cambio de los gustos aficionados; los escritores, parejos a los contenidos, han buscado temas de origen trascendental, es por ello que se fusiona la historia y el misterio. Una receta muy tentadora que funcionó para Umberto Eco, Joyce, Suskind y más.
Ambos ingredientes, la historia y el misterio, han creado una fórmula muy atractiva, pero no tanto como las reacciones que se ha generado al añadir la religiosidad a esta receta perfecta. Una serie de tenebrosos sucesos en el seno de las altas esferas eclesiásticas, más hechos históricos verídicos y la inserción de causes dudosos en la trama, mantienen alerta y en fascinación al personaje detrás del libro.
Este modelo narrativo ha creado una sed insaciable de curiosidad. ¿Será que nuestras dudas no han sido esclarecidas completamente? Tal vez sea la respuesta al por qué gustamos tanto de las historias donde el misterio alienta a la conspiración, el personaje difunde y crea intriga, y revelamos el mejor secreto que rompe el muro histórico.
misterio-religiosa cautivan tanto a los lectores de ahora.
La imagen de la fachada de la iglesia del barrio me trajo consigo unas fuertes ganas de leer algo “prohibido”, comercial, superficial pero calumniante. Al término de la lectura del best seller de 2005, “La Herejía”, del francés Romain Sardou, me sofoqué al sentir un apetito voraz por otro libro del mismo corte seductivo.
La primera razón de esta pronta adicción contagiosa, que día a día esta consumiendo los ojos de muchos lectores, se remonta a muchos años atrás; este tipo de novelas ha tenido una metamorfosis muy notoria. Comenzamos con una literatura de “terror” o thrillers de miedo como Frankenstein o el vampiro Drácula.
Poco a poco hemos variado de receta, pero siempre con el ingrediente burbujeante. Inevitablemente el misterio extasía la mente de cualquier ser humano. Este sabor a lo desconocido cazó y caza continuamente. Fue así como se iniciaron las tramas de los alienígenas y guerras galácticas. Posteriormente, vendría la fiebre de lo paranormal, la vida después de la muerte y un sin fin de curiosidades fantasmales.
La novela popular ha ido creciendo y madurando con el cambio de los gustos aficionados; los escritores, parejos a los contenidos, han buscado temas de origen trascendental, es por ello que se fusiona la historia y el misterio. Una receta muy tentadora que funcionó para Umberto Eco, Joyce, Suskind y más.
Ambos ingredientes, la historia y el misterio, han creado una fórmula muy atractiva, pero no tanto como las reacciones que se ha generado al añadir la religiosidad a esta receta perfecta. Una serie de tenebrosos sucesos en el seno de las altas esferas eclesiásticas, más hechos históricos verídicos y la inserción de causes dudosos en la trama, mantienen alerta y en fascinación al personaje detrás del libro.
Este modelo narrativo ha creado una sed insaciable de curiosidad. ¿Será que nuestras dudas no han sido esclarecidas completamente? Tal vez sea la respuesta al por qué gustamos tanto de las historias donde el misterio alienta a la conspiración, el personaje difunde y crea intriga, y revelamos el mejor secreto que rompe el muro histórico.
6 comentarios:
Una vez leí Ulises de Joyce y quise leer la de Saramago llamada El Evangelio según Jesucristo porque me llamó la atenció el título. Al final no leí nada de religiones pero mucho de misterio y vampiros. Muy interesante, me dio ganas de leer.
Siempre he sentido esas ganas de saber más y más acerca de la religión. Por qué será? Siempre será un tema bueno para tratar. La religión reune un poco de cada cosa, misterio, drama, amor en todas sus formas, a quienes creen y quienes no, hasta podría decir que tiene su parte de terror. Me pregunto... habrá algún otro tema que reuna semejante gama de géneros? Sea como sea, es un tema apasionante y nunca tan bien enfocada como en este artículo, es por eso que concuerdo con que LA RELIGIÓN ESTÁ DE MODA... y estoy segura que tiene para mucho tiempo mas.
BONITO ARTICULO ESCRIBE MAS Y PASALOS Q ESTAN CHEVERES E INTERESANTES
SI PUES LA RELIGION ES ALGO Q VENDE BASTANTE SINO MIRA TODAS LAS GOYERIAS Q TIENE BENEDICTO... HARTO PODER Y HASTA SE VA VISITAR A MR BUSH A MI ME GUSTA MAS SABER SOBRE LAS FORMAS DE CONEXION ENTRE LAS PERSONAS Y SUS ALMAS Y ESAS COSAS CREO Q SE RESUME TODO EN ENERGIA NADA MAS SIN DARLE TANTAS VUELTAS A LOS DOGMAS Y LA FE...ESO SI LO DETESTO.HARTO FLORO.
Lo misterioso es aquello que esta fuera de nuestra explicacion racional (lo opuesto seria la fe?) y es alejado a nosotros (recondito), la religion cada dia se aleja o no es tal vez menos interesante como credo y la ciencia hace que sea menos racional su explicacion, de ahi posiblmente la moda a la religion, pero no al credo, sino a su rica informacion misteriosa que posee para la literatura y la creatividad (amor, guerra, fantasia, etc).
Sin caer en ofensas, luego de terminar de ver moises, o aquellas peliculas de semana santa... se puede pensar que son buenos personajes de ficcion.
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