domingo, 27 de abril de 2008

Lo dijo Ryszard Kapuscinski

La fuerza de la palabra escrita

¿La escritura puede hacer que algo cambie? Sí, lo creo profundamente. Sin esa fe no podría escribir. Desde luego soy conciente de todas las restricciones que nos ponen las circunstancias, las situaciones, la historia y el tiempo. Por ello mi fe, aunque profunda, no es absoluta, no es ciega.

¿En qué consiste la principal restricción? La escritura sólo raras veces, en casos excepcionales, influye en la gente. Y, en el transcurso de la historia, no lo hace de forma directa, radical y de inmediato. La reacción a la palabra escrita es más bien mediata. En el primer momento puede ser incluso invisible, indetectable.
Necesita tiempo para llegar a la conciencia del receptor, necesita tiempo para empezar a formar o cambiar esa conciencia. Sólo después de un largo camino podrá influir en nuestras decisiones, actitudes y acciones.
El que la escritura produzca cambios no lo deciden sólo los autores, sino sobre todo los lectores: su sensibilidad y confianza en la palabra, su prontitud y deseo para reaccionar a la palabra recibida. Es también importante el contexto, el ambiente, el estado de una cultura imperante en que esa palabra cae y es recibida. Con frecuencia estas son las circunstancias que pueden debilitar e incluso aniquilar el valor y la fuerza de la palabra escrita y sobre la cual el autor de un texto no tiene mayor influencia. (...)

Cuando preguntamos: “¿la escritura puede hacer cambiar algo?”, la mayoría de las veces pensamos que se trata de un cambio positivo, dirigido a hacer un mundo mejor. Pero no olvidemos que la escritura puede intentar que el mundo sea peor, que contribuya a aumentar el mal, el odio y la agresión.
Tal función la cumple cuando se escribe en el tono del fanatismo y la xenofobia, del fundamentalismo y el racismo. Por ejemplo, los libros al estilo de Protocolos de los sabios de Sion o Mi lucha de Hitler.

Pienso que la pregunta sobre cuál es el carácter de la relación entre la escritura y el cambio es muy importante y actual. Esta pregunta surge de la inquietud sobre la eficacia de nuestras acciones literarias por el valor mismo de la escritura.
Porque por un lado vemos una enorme proliferación de la palabra escrita –hay cada vez más libros, revistas y periódicos– y al mismo tiempo percibimos cuánto mal hay en este mundo y como la cantidad de temores y conflictos en nuestro planeta aumenta en lugar de disminuir. De ahí el escepticismo de muchos creadores, de ahí la frecuente desconfianza e incluso la incredulidad en el sentido de nuestra escritura. (...)

La literatura siempre ha asumido su responsabilidad. Desde hace miles de años ha acompañado la vida de las sucesivas generaciones, a veces cambiándolas para ser mejores. Y hoy nada la libra de esa obligación. Por el contrario, los tiempos difíciles en los que vivimos nos ordenan que, con una fuerza y fe especial, digamos: “Sí, la escritura puede cambiar algo para que sea mejor, aunque sea poco, pero puede”.
Para visualizar el texto completo ingresa a: http://www.saladeprensa.org/

No hay comentarios: